Obstáculos o Desafíos que se presentan durante la Lactancia Materna
Durante las primeras semanas de postparto cuando se inicia con la lactancia materna pueden existir varios enemigos, obstáculos o desafíos que pueden hacernos fracasar con este propósito.
Hoy quiero escribir sobre siete de ellos para que no te agarren por sorpresa y puedas prepararte para superarlos en caso que se te presenten.
1. Falta de preparación de la madre durante el embarazo
Muchas embarazadas se ocupan de prepararse mucho para el parto y se olvidan por completo de prepararse para la lactancia y el postparto.
Creen que amamantar consiste solamente en poner al bebé sobre su pecho y será cuestión de suerte si habrá leche o no para su bebé.
Ese desconocimiento puede llevar a creer en todos los mitos que hay sobre la lactancia materna y seguir los consejos de personas que están muy desinformadas.
Hay mucho por aprender y dentro de este blog podrás hacerlo con todos los articulos que he publicado.
2. Separación de la madre y el bebé las primeras horas después del nacimiento
En muchas instituciones médicas tienen como protocolo una vez ocurre el nacimiento, separar al bebé de la madre durante horas bajo el argumento de dejar que la madre descanse y tener bajo cuidados y observación al bebé sin siquiera existir una verdadera razón médica que justifique esto.
La lactancia materna inicia inmediatamente después del nacimiento.
La madre y el bebé necesitan contacto piel con piel, para a través del olfato reconocerse y familiarce ahora en el exterior.
Se requiere de intimidad y apego para que el bebé pueda iniciar en pocos minutos su primera toma en el pecho de su madre.
Al separar al bebé recién nacido de la madre se les está robando lo que se conoce como apego inmediato o la hora dorada, momento fundamental para el buen inicio de la lactancia.
Mientras no haya una verdadera razón médica que justifique esa separación no debería suceder y mucho menos por un protocolo rutinario arcaico y caducado.
Mientras más horas de separación, más probabilidades que reciba leche artificial en biberón y que comiencen nuevos desafíos para iniciar con la lactancia materna.
Coloca en tu plan de parto tu deseo que respeten el apego inmediato una vez ocurra el nacimiento.
3. Profesionales de la salud Sin formación en lactancia materna
Uno de los grandes enemigos de la lactancia materna es la falta de formación especializada en lactancia materna de parte de los profesionales de la salud incluyendo especialmente a pediatras.
Muchos pediatras realizan formaciones en lactancia materna que son patrocinadas o pagadas por alguna marca de leche artificial. Y esos pediatras en lugar de informar, ayudar, apoyar, promover y asesorar correctamente la lactancia materna, lo que promueven con mucha facilidad es el uso de la fórmula láctea, porque por supuesto detrás de esto también hay una retribución económica por cada recomendación del producto. Y es que para nadie es un secreto que las industrias lácteas, los gobiernos y el sistema de salud realizan acuerdos de grandes intereses económicos.
Debes recibir información, apoyo y asesoría directamente de especialistas en lactancia materna, como lo son las consejeras y asesoras certificadas en lactancia materna.
4. Establecer horarios para amamantar
Otro obstáculo en los inicios de la lactancia materna es el establecimiento de horarios para amamantar.
Eso de mirar el reloj para dar el pecho cada 3 horas y dar 10 minutos de un pecho para luego dar 10 minutos del otro pecho es un gran enemigo de la lactancia y te lo explico todo en un artículo de este blog que puedes leer en este ENLACE.
5. Uso de biberones y chupetes
Los bebés nacen con el instinto de succión correcto.
Al introducir biberones y chupetes se creará una gran confusión en el bebé, ya que para succionar el pecho materno el bebé debe utilizar una buena cantidad de los músculos de su cara y realizar un gran trabajo de sincronización para poder succionar, tragar y respirar.
Cuando un bebé succiona el biberón o el chupete sólo utiliza dos músculos y el bebé se acostumbrará y se acomodará a lo fácil, apartándolo del instinto natural y correcto de succión.
El bebé notará la gran diferencia, sentirá preferencia por el biberón, haciéndolo más perezoso y cuando tenga que succionar de nuevo el pecho materno ya no querrá hacerlo y comenzará a rechazarlo.
Si por alguna razón QUIERES DARLE FORMULA LACTEA a tu bebé lo recomendable es hacerlo con un vasito, con un cuentagotas, con una jeringa sin la aguja, con una cucharita o con el relactador.
6. Falta de apoyo de familiares y amigos
Lo que más abunda durante las primeras semanas de lactancia son las frases, consejos y críticas llenas de desinformación y mitos de las personas a tu alrededor:
“En nuestra familia no somos lecheras y ninguna ha podido amamantar”
“Tienes los pechos pequeños y no darás suficiente leche”
”No tienes pezón, así no puedes amamantar”
“Tu leche no lo alimenta, mira como queda con hambre”
“Con el extractor no te sale nada, así que no tienes suficiente leche”
“Complétale con fórmula, mira que tu leche es pura agua”
“Ese niño te está usando de chupete”
“Dale biberón para que puedas descansar”
“Deja de ser esclava, da lo mismo la fórmula que la leche materna”
“Yo le di fórmula a mis hijos y crecieron muy sanos”
“Ponle el chupete para que se quede dormido”
Y tantas otras frases enemigas de la lactancia materna a las que estamos expuestas las madres que si no poseemos el conocimiento suficiente y la confianza en nosotras abandonaremos la lactancia rápidamente.
Rodéate de personas que te apoyen verdaderamente en tu deseo de amamantar. Busca grupos de mujeres que hayan tenido éxito con sus lactancias y haste inmune a los comentarios o consejos que te alejan de tu propósito.
7. El cansancio
Diez meses de cambios físicos durante el embarazo, muchas horas de trabajo de parto, la nueva rutina, la falta de horas de dormir profundamente, los cambios hormonales, los cuidados del recién nacido y la rutina del hogar producen un resultado de agotamiento y cansancio extremo, tanto mental como físico, siendo esto un gran enemigo de la lactancia materna.
La lactancia materna a demanda requiere de tiempo y disponibilidad constante, todo el día y toda la noche durante las primeras semanas.
Muchas madres creen que cambiando a biberón con fórmula descansarán más y esto no es cierto.
Lavar, esterilizar, preparar y dar biberones no es precisamente un cambio favorable.
Para poder descansar los cambios tienen que venir del apoyo y ayuda de terceros con las actividades del hogar, la preparación de alimentos, vigilar al bebé mientras la madre se asea, cuidar, ayudar y atender a los hijos mayores y así la madre podrá entregarse totalmente al cuidado y alimentación del recién nacido.